Me sentía sola, perdida en un mundo sin saber cuál es mi lugar. Nada para mí tenía sentido. Todos a mi alrededor no parecían darse cuenta pero entonces, llegaste tú. Secaste mis lágrimas y apartaste mis miedos. Luego me susurraste al oído aquellas palabras que hicieron que todo yo temblara. Y hoy, todavía las recuerdo
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